Dibujando arco-iris

Él la mira, con una sonrisa suplicante. Suplicandole con la mirada que se quede siempre a su lado. Ella esboza otra media sonrisa con algo más de dulzura y se sienta en sus piernas. Se acurruca haciéndose pequeñita, y él la protege con sus brazos. Al oído le susurra te quiero, a lo que ella responde con un beso en el cuello y una mirada llena de amor.
Él coge su cara y acercándose lentamente le regala un beso en los labios. Intenta darle un segundo,
 pero ella se aparta entre risas.Forcejeando acaban por levantarse del banco en el que estaban y corren riéndose, enamorados. Simplemente disfrutando con su mutua presencia.
Y es que juntos son capaces de dibujar arco-iris por muchas nubes que haya. Llegan a un pequeño prado repleto de color. Él se sienta y coge la mano de ella, a la vez que ésta coloca sus piernas alrededor de la cintura de él, que la abraza y la
besa en la mejilla.
Comienzan a hablar, mientras las horas pasan y el tiempo corre sin que ellos apenas sean conscientes de ello. Siguen hablando hasta que el sol empieza a esconderse lentamente. Ella se acerca a su oído
y le pide que se levanten. Él lo hace y al instante rodea su pequeño cuerpecito. La besa en la cabeza y caminan juntos, extremadamente felices.